Kiowa (Tribu de las Praderas)
Ubicación: Oklahoma (EEUU)Población: 6,000 (1977 SIL).Lengua: kiowa-tanoan
Se llamaban a sí mismos Kwu-da, "saliendo fuera", dada la mitología de su origen, según la cual reptaron por la cavidad de un árbol y salieron a la tierra por el agujero donde vivía una lechuza. También se nombraron como "Kom-pa-bianta", "la gente de los tipis de grandes solapas", por el aspecto distintivo de sus tipis.
Emigraron desde el área de los lagos hasta la zona superior de las praderas, alrededor del 1700. En esta parte del país la tribu se separó en dos, debido a una disputa entre dos jefes. Una de las tribus viajó hacia el norte y se les llamó Akinah-yup (hombres del frío) o kiowa del norte. La otra viajó hacia el sudeste y se alió con los absarokee (o tribu corneja), adquiriendo de ellos costumbres como el baile de la medicina y la flecha sagrada.
Durante esta época también adquirieron caballos y llegaron a ser amigos de las tribus del río Missouri (arikara, mandan e hidatsa). Después radicaron en las Colinas Negras, sobre el año 1780. Los kiowa continuaron descendiendo a Oklahoma y Texas, llegando a ser aliados de los comanches, y junto con ellos, fueron los hombres dominantes del sur de las praderas.
Los kiowa eran guerreros fieros y consiguieron parar el progreso del ferrocarril hacia el oeste durante 40 años. Se cree que fue la tribu que mató a más soldados estadounidenses. Los kiowa y comanches, pararon la extensión hacia el norte de España, Francia y Méjico. Se caracterizaron por guardar un registro histórico en forma de calendario pintado, y actualizado dos veces al año, sobre pieles de búfalo.
Los kiowa también tenían su propia división jerárquica dentro de la tribu, pero las posiciones de alto rango se adquirían por méritos. El bisonte jugaba un papel importante en sus vidas, como fuente de alimento. La sociedad tribal estaba orientada al varón. Las mujeres ganaban prestigio por los logros de sus esposos, hijos o padres. Ellas ejercían todo el control del hogar, curtido de pieles, tipis...
Los muchachos permanecían con sus hermanas y madre hasta los 10 años, después, dirigidos por los jóvenes mayores comenzaban a reunir los caballos de la familia, los llevaban a pastar y beber y, volvían al anochecer. Así, iban pasando del mundo al amparo del campamento al mundo de los hombres, fuera de él. Después comenzaban a cazar búfalos y más tarde se les permitía acompañar a los guerreros. También a una edad temprana se iniciaban en el "baile del conejo" e ingresaban en las órdenes militares de su tribu o familia:
- "las ovejas jóvenes de la montaña silvestre" (Adal-toyui). Sociedad para los actos osados y agresivos de los guerreros jóvenes.
- Las sociedades caballo (Tasain-tanmo) o guerrero (caballo negro, caballo silvestre, caballo blanco y sociedad sabia del caballo)
- Clan de la calabaza (Tiah-peah)
- Sociedades militares superiores. La más alta ordenación era la de "kiowa soldados perro" (Koi-eet-sen-ko).
- Las sociedades caballo (Tasain-tanmo) o guerrero (caballo negro, caballo silvestre, caballo blanco y sociedad sabia del caballo)
- Clan de la calabaza (Tiah-peah)
- Sociedades militares superiores. La más alta ordenación era la de "kiowa soldados perro" (Koi-eet-sen-ko).
Las niñas, a su vez, se iban convirtiendo en las criadoras de sus hermanos pequeños y en diestras costureras de mocasines y tipis.
Los kiowa, como las demás tribus, tenía sus diseños propios en la ropa, que los identificaba. El orgullo en el cuidado y longitud del cabello era muy importante. Las viudas, por ejemplo, se rebajaban el pelo en señal de sacrificio y duelo. Los hombres se cortaban el lado derecho al nivel de la oreja, mientras el izquierdo se dejaba largo y generalmente trenzado.
La manera de nombrar a los hijos también era peculiar. Un nombre podía ser resultado de un acto pasado del padre, lo primero que los padres veían al nacer, o bien, un nombre respetado, elegido por un anciano.
El baile del sol era la ceremonia tribal más importante, para la cual se reunían todos los miembros de la tribu, incluso las pequeñas bandas independientes. Este baile servía de unión espiritual y física del grupo. Se concertaban bodas, cambios de propiedades, y se producían intercambios de narraciones sobre las proezas más recientes de cada banda. Asimismo, los guerreros de alta jerarquía estudiaban las maniobras políticas.
La ceremonia de cada año era precedida por la caza de bisonte, para alimentar a los participantes. La cabeza del animal se utilizaba para mostrarla en la casa del Baile del Sol. Esta celebración duraba días.
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