En la cima más alta de las Antillas elpico Duarte.

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viernes, 30 de agosto de 2013

Por qué China, Rusia e Irán se oponen a la intervención en Siria


Vladimir Putin
Rusia advirtió de consecuencias "catastróficas" si Occidente ataca a Siria.
En las últimas horas cambió súbitamente la situación en un conflicto que ha durado más de dos años: Washington y sus aliados dicen estar listos para tomar algún tipo de acción militar contra Siria.
En Estados Unidos los medios informan que el presidente Obama presentará, quizás el jueves, lo que se dice es "evidencia innegable" de que realmente ocurrió un ataque con armas químicas en Siria y de que el más probable responsable fue el presidente de esa nación, Bashar al Asad. Sobre esta base se espera que Obama tome una decisión para intervenir militarmente en ese país.
En Reino Unido el primer ministro David Cameron presentó una propuesta de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU "en la que se autorizan las medidas necesarias para proteger a los civiles" en Siria.
Francia y Turquía también se han unido a las intenciones de llevar a cabo una medida de fuerza militar contra Siria.
Todo indica que las advertencias de no intervención que han hecho los aliados de Siria, Rusia e Irán, además de China, han caído en oídos sordos.
En BBC Mundo le explicamos porqué estos tres países se oponen a una intervención armada y cuáles son los intereses que están en juego en la región.
Militantes chiitas de Hezbollah
Se dice que Irán armó al grupo Hezbollah para ayudar a las fuerzas de Bashar al Asad.
Desde 2012 Irán incrementó drásticamente su apoyo militar a las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad. Con este sustento de Irán, además de ofrecer la necesitada ayuda que requería Asad, el conflicto entró en una nueva fase de guerra sectaria: las armas de Irán llegaron al grupo militante chiita Hezbolá -basado en Líbano- y éste se volvió cada vez más activo dentro de Siria ayudando a las fuerzas de Asad.
El martes, después de que Washington dijo estar "listo" para intervenir en Siria, el gobierno de Irán respondió de inmediato.
El portavoz de la cancillería iraní, Abbas Araqchi, dijo que Teherán está tan resuelto a defender a Asad como Washington está resuelto a atacarlo.
"Queremos hacer una firme advertencia contra cualquier ataque militar contra Siria" dijo el funcionario en una conferencia de prensa.
"Definitivamente habrá consecuencias peligrosas para la región. Y estas consecuencias y sus complicaciones no quedarán restringidas a Siria. Involucrarán a toda la región".
Irán, que es principalmente chiita, es el aliado más cercano de Siria y repetidamente ha acusado a los islamistas sunitas, Israel y Occidente de tratar de usar el conflicto para dominar la región.
Pero el acercamiento de Irán y Siria no es sólo ideológico. También hay fuertes lazos económicos.
Desde que Estados Unidos y Europa impusieron sus sanciones económicas contra Teherán, la relación económica entre ambos se volvió cada vez más importante.

"Gasoducto estratégico"

El mes pasado, se informó que Irán, Irak y Siria firmaron un acuerdo para la construcción de lo que se dice será el mayor gasoducto en el Medio Oriente capaz de transportar gas natural desde el sur de Irán hasta Europa.
Según el diario Teherán Times, el transporte de gas se llevará a cabo por un conducto de 6.000 kilómetros que atravesará Irak, Irán, Siria y Líbano para luego ir a Europa bajo el Mar Mediterráneo.
Como era de esperarse, muchos no recibieron positivamente el anuncio.
"Un gasoducto desde Irán sería muy rentable para Siria. Europa también podría obtener beneficios con éste. Pero es claro que muchos no están contentos con el trato", dice Dmitry Minin, analista del Centro Global Research, basado en Canadá.
"Los aliados de Occidente que abastecen de gas y petróleo a Europa desde el Golfo Pérsico, (vía Qatar y Arabia Saudita) no están contentos, y tampoco está contento el principal transportista de gas actualmente: Turquía".
Nafeez Ahmed, director del Instituto para Investigación de Política y Desarrollo en el Reino Unido escribe en el períodico The Guardian, que dicho gasoducto "potencialmente consolidaría la posición de Irán como un poderoso actor global".
"El gasoducto es una "bofetada directa" para Qatar, que planea construir su propio gasoducto a través de Arabia Saudita, Jordania, Siria y Turquía, también para abastecer a los mercados europeos (con el apoyo de Estados Unidos)".
"Estados Unidos, Israel y otras potencias han sido jugadores muy poco honestos" afirma Ahmed. "Detrás de la fachada de preocupación humanitaria, hay intereses familiares en juego".
Pero Irán, señalan los comentaristas, parece estar resuelto a defender su importante proyecto.

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