En la cima más alta de las Antillas elpico Duarte.

En la cima más alta de las Antillas elpico Duarte.
No a la mega minería y el uso del cianuro, fuera la Barrick Gold del país.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Este 8 de octubre en el aniversario de la caída del Che en Bolivia

Este 8 de octubre en el aniversario de la caída del Che en Bolivia, cumplimos veinte años de estar subiendo de manera organizada a la cima más alta de las Antillas al pico Duarte.
Y he querido compartir con ustedes fotos, anécdotas, recuerdos y algunos aportes que hemos hecho a los que suben todos los años al pico Duarte y anotar que nosotros tenemos el privilegio entre todos los grupos de haber subido con nosotros el primer invidente, Amin Ulloa.

EL PICO DUARTE LA MAYOR ALTURA DE LAS ANTILLAS.
EL PICO DUARTE
El Pico Duarte es la mayor altura de las islas que están diseminadas por todo el mar Caribe, ubicado en la isla de Santo Domingo, en las Antillas Mayores tiene una altura de 3,087 metro sobre el nivel del mar, ubicado en los parque nacionales, José del Carmen Ramírez y Armando Bermúdez, es una atracción turística por la diversidad de su flora y su fauna y por los espectaculares paisajes que pueden observar los caminantes mientras se van adentrando al corazón de la cordillera Central además del reto que conlleva hacer cualquiera de las cinco rutas que suben hasta la cima más alta del Caribe.
Todos los años entre finales de diciembre y por todo el mes de enero cientos de caminantes nativos y extranjeros hacen las agotadoras travesías que los llevaran hasta la cima del Pico Duarte.
Hay cinco rutas distintas que llevan a los caminantes hasta coronar la cima más alta de las Antillas estas son: la de la Ciénaga en Manabao (Jarabacoa), la de Mata Grande en Santiago, la de Azua partiendo de la Laguna o del pueblo del Tetero, la Constanza que se puede comenzar en el mismo pueblo de Constanza o en Los Cayetanos, y la de San Juan partiendo de Sabaneta, las dos más populares son la de la Ciénaga en Jarabacoa y la de Mata Grande, en Santiago.
Todas las rutas son agotadoras por lo que hay que estar preparado física y mentalmente para emprender cualquiera de las cinco rutas, es necesario especificar que en cada punto de partida hay guías experimentados que por un módico precio llevan a los caminantes a través de esas hermosas montañas cuyos paisajes espectaculares cautivan a los caminantes haciéndolos olvidar por momentos el cansancio, el hambre y la sed.
Recorrer esos caminos, ponernos en contacto con la naturaleza casi virgen, dejar atrás todo lo que tiene que ver con la ciudad, caminar hasta el agotamiento y en las noche bajo un cielo saturado de estrellas, sentarnos junto a la fogata para ahuyentar el frío que nos cala los huesos es una experiencia inolvidable, que aunque a veces cuando las caminatas se hacen interminables y el agotamiento nos vence, decimos que jamás volveremos por esos lugares de Dios, nada más falso porque desde que nos montamos en la guagua de regreso a nuestro destino de origen, la nostalgia nos sobrecoge el alma y va alimentando en nosotros el deseo del año que viene volver.
Domingo Acevedo

Mis viajes al Pico Duarte
La primera vez que subí al Pico Duarte fue en el 1990, del 3 al 8 de enero esto así porque perdimos dos días uno en sabaneta y uno en la Ciénaga de Manabao, en Sabaneta fue que no pudimos encontrar el guía a tiempo y tuvimos que amanecer allá, una señora llamada Isolina nos prestó una casa que tenía alquilada al partido de Vincho Castillo en la que amanecimos y al otro día iniciamos el recorrido que nos llevaría hasta la ciénaga de Manabao. Ese viaje fue organizado por Asodemu, el sindicato de trabajadores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
De aquel viaje recuerdo que Elsa era la encargada y que Rafael (Manego) un gran amigo de Pueblo Viejo en Azua que por ese tiempo vivía el km8 de la carretera Sánchez, fue el que me motivó a ir, incluso me pagó el viaje. En ese viaje fueron Francis, Alido, Eulogio, Eugenio, Fernando Ania, Santiago, Carmen, y Elsa que era la encargada además de cuatro miembros de la Defensa Civil, De la Rosa, Ricki, Duran y Elías
Nos fuimos por San Juan, saliendo de Sabaneta y llegando a la Ciénaga de Manabao, en Jarabacoa, Reynaldo Matías (Nano) ya fallecido fue nuestro guía, recuerdo que fue un viaje inolvidable que me marcó para toda la vida, todas las vicisitudes del viaje, las largas caminatas, el compañerismo, los paisajes espectaculares, las noches inmensas y frías, con sus estrellas lejanas y tristes, la alegría de alcanzar la cima más alta de las Antillas, llegar a la Ciénaga donde tuvimos que quedarnos un día más porque la guagua de la UASD que debió ir a buscarnos, nunca llegó.
Allí, en la Ciénaga, hicimos una colecta entre todos y al otro día partimos en transporte público, esa fue mi primera experiencia por esas montañas de la cordillera Central
Después se sucedieron otros viajes hasta que en 1997 los muchachos de los grupos estudiantiles (UNER, FELABEL Y FEFLAS) de la UASD organizaron uno para conmemorar el 30 aniversario de la caída del CHE en Bolivia en el cual participó de manera activa, ese viaje se hizo la Ciénaga, la Ciénaga (en Manabao, Jarabacoa) al regreso me pongo en contacto con Jaime Rodríguez de la UNER y acordamos organizar todos los años viajes a la cima más alta de las Antillas.
Recuerdo que el primer viaje lo organizamos por San Juan, saliendo de Sabaneta, en ese viaje contactamos otros grupos como fueron el MIEL en la UASD con Sandy a la cabeza, periódico El Convite de Barahona, con Raúl Rojas, Abriendo Camino de Azua con Yova Sánchez y El Club Gregorio Luperón del km8 de la carretera Sánchez en el Distrito Nacional, con José de la Cruz y Miguel Acevedo como representantes.
Estos primeros viajes lo pensamos como viajes de endurecimientos con la mochila arriba, sin casas de campañas, sin mulas de monta, sin radios de comunicaciones etc. En esos primeros viajes nos bautizaron como la brigada Ernesto Che Guevara porque siempre andábamos con una bandera del Che como estandarte, de esos primeros viajes recuerdo a Vitico, José Luís, Magna, José de la Cruz, Mártires, Raúl, Yova, Jaime, Luís, Ramón, Martín, Bantroy, Nauris, Otto, Sandy, Manuel Cuevas (química) Jorge, Emmanuel Rosario, entre otros cuyos nombres se van perdiendo en el tiempo, también viajaron con nosotros personas de España, Haití, Japón y el país Vasco, del interior del país de Santiago, san Cristóbal, San Francisco, Mao, Higuey, Azua, Barahona etc.
Después se generó un debate sobre el nombre y en una reunión se acordó cambiarle el nombre por el de Brigada Ecológica Aniana Vargas, no estuve de acuerdo con el cambio de nombre ya que llevaba con orgullo sobre mis hombros la bandera del Che Guevara y el origen de grupo estuvo en ese gran personaje de la historia universal y no es que reniegue del nombre de Aniana Vargas, ella fue una gran mujer, una luchadora infatigable por la libertad y la ecología del país, aunque repito no estuve de acuerdo con el cambio de nombre, mientras estuve en la brigada levanté bien alto el nombre de Aniana Varga.
Hicimos todas las rutas conocidas y nos inventamos otras, como ir de Constanza a San Juan y de Azua a Mata Grande entre otras, ese fue nuestro atractivo nunca repetir una misma ruta, eso también nos hizo famosos entre los viajeros que todos los años suben al techo de las Antillas, además de nuestra forma de viajar, nunca dejamos a nadie atrás y somos solidarios con los viajeros que encontramos en esos caminos solitarios de la cordillera Central y en más de una ocasión tuvimos que socorrer a más de un viajero, esa actitud nos hizo ganar un nombre, entre los guías y los caminantes.
De los guías recuerdo a Pedrito y sus hijos, que sin conocernos en el Valle del Tetero en medio de un aguacero puso su casa a nuestra disposición a él su esposa y sus hijos va mi tributo desde aquí, a Francisco y los demás guías de San Juan a Nardo, Samba, Yuli y los demás guías de Azua, a Vitico, Ramón y sus familias por todas las atenciones que siempre nos dan cada vez que llegamos a Mata Grande, va mi homenaje a todos los guías de todas las rutas y a los encargados de cuidar esa vastas regiones en condiciones inhumanas, a todos ellos va mi humilde reconocimiento y espero que un día el gobierno los tome en cuenta y les de el trato justo y humanitario que se merecen para que sigan protegiendo esas frías montañas, que son un patrimonio de todos nosotros.
Ya no estoy en la BRIGADA ECOLÓGICA ANIANA VARGAS, sali de ella y fundé La Brigada Cimarrona Sebastian Lemba, que es hija de la Brigada Aniana Vargas, no sólo subimos al Pico Duarte, sino que nos hemos convertido en un grupo ecológico, que defendemos el medio ambiente y hemos asumidos el cambio climático y la escasez mundial del agua como nuestros principales puntos de trabajo, por lo que hemos estado recorriendo el país junto a otras organizaciones, dando charlas, conferencias, pasando videos sobre el tema etc. alertando a las comunidades sobre el peligro que se nos viene encima.
Domingo Acevedo
2009

De la Ciénaga de Manabao al pico Duarte y viceversa.
De todas las rutas que suben al pico Duarte, la que parte de la Ciénaga de Manabao es la más frecuentada y la más corta, con aproximadamente 23 kilómetros que hacen 46 de ida y vuelta, es la ruta preferida por casi todos los que suben al pico Duarte.
La Ciénaga (Boca de los Ríos) es un pequeño pueblecito perteneciente a la Vega ubicado en el municipio de Jarabacoa, esta está a 1100 metros sobre el nivel de mar.
Hay grupos pequeños de atletas que hacen esta ruta en un sólo día, otros la hacen en dos días, pero nosotros recomendamos hacerla de la siguiente manera: amanecer en la ciénaga al otro día partir hacia compartición, amaneciendo en ella y salir a la mañana siguiente al pico Duarte, amanecer nuevamente en compartición y tempranito al otro día bajar a la Ciénaga y regresar al punto de partida.
Era principio de enero, llegamos al atardecer a la ciénaga de Manabao con todo el ímpetu de subir a la cima más alta de las Antillas, en donde amanecimos y tempranito después de desayunar partimos, poniéndonos como meta llegar a los tablones sin descansar.
De la ciénaga hasta los tablones es un trayecto reconfortante de tan sólo cuatro kilómetros de bosque tupido y verde y pocas subidas, muchos viajeros se engañan porque creen que todo el camino es así de fácil pero es tan sólo el comienzo.
En la caseta de los tablones se hace un descanso breve y necesario para apreciar el paisaje, escuchar el rumor del agua del río que serpentea pura y libre por los recodos de la montaña hasta perderse en la espesura del bosque, comer algo si es necesario y sobre todo para tomar aliento para la dura jornada que nos espera de ahí en adelante hasta llegar a la Compartición.
De los tablones partimos hacia la Cotorra que está a 1720 metros sobre el nivel del mar. Aquí comienzan las dificultades de la travesía ya que es un trayecto muy empinado y últimamente lleno de lodo y piedras que revienta al caminante que no se preparó para esta dura jornada.
De la cotorra después de un descanso para tomar aire partimos hacia la Laguna lugar este que lleva ese nombre porque hay una fuente de agua en donde es necesario abastecerse de este preciado líquido porque no hay hasta llegar a Agüita Fría.
De la laguna después de aprovisionarnos de agua y tomar aire salimos ya con algunos excursionistas extenuados por el cansancio hacia el cruce del tetero. Lleva ese nombre porque por ahí se va al valle del Tetero que es un lugar de impresionante belleza, muchos excursionista prefieren quedarse en él a subir al pico Duarte además se amanece en este hermoso valle cuándo se viene de Constanza y Azua.
El Cruce está a 1740 metros sobre el nivel del mar a once kilómetros de la Ciénaga, a siete kilómetros de los tablones. Es aquí en donde los caminantes empezamos a sentir el peso de la fatiga y donde empiezan las lamentaciones, pero indudablemente que este trayecto a pesar de lo agotador que es, es de una belleza mágica que muchas veces los caminantes no la advierten por el agotamiento físico.
Mientras más uno sube nos damos cuenta de lo impresionante y hermosa que es nuestra cordillera Central madre de las aguas porque en ella nacen los ríos más importante de nuestro país es una pena que las mineras tenga la mirada puesta en ella.
Sé por experiencia que llegar hasta Agüita Fría para muchos caminantes se tornará casi imposible y se desesperan, hasta querer devolverse o volverse aves y salir volando de allí porque ya no soportan el cansancio, el agotamiento físico y muchas veces mental que es muy peligroso. El que alcanza Agüita Fría está a un paso de alcanzar la meta, llegar a la cima más alta del Caribe, el pico Duarte.
Agüita fría es un pequeño llano que está a 2600 metros sobre el nivel del mar a cuatro kilómetros del cruce, con neblina, frío y vientos, donde está prohibido detenerse por mucho tiempo, además es un lugar emblemático porque en él nacen los dos ríos más importantes del país el yaque del sur y el Yaque del Norte.
Después de llenar las cantimploras vacías y un breve receso, ponemos rumbo hacia la Compartición en donde pasaremos la noche. Es bueno decir que en este punto ya hace rato que el grupo va desperdigado, las personas se han ido agrupando de acuerdo al paso que llevan al caminar, es aquí en donde los guías y los que coordinan el grupo deben hacer su trabajo para que los excursionistas no se sienta solos y no pierdan el ánimo, la determinación de seguir a pesar del cansancio.
De Agüita Fría a la Compartición sólo hay cuatro kilómetros y se comienza a bajar, encontrándose muy pocas subidas que además no son tan empinadas, pero los caminantes vienen extenuados por el esfuerzo anterior y el trayecto se hace lento y tedioso, reconforta los espectaculares paisajes y las voces de ánimo de los compañeros que se encuentran en mejor estado físico.
La Compartición está a 2450 metros sobre el nivel del mar y a diez y seis kilómetros de la Ciénaga. Ya en el refugio los caminantes se sienten más animados, con más fuerza para levantar el campamento y hacer las diligencias para preparar la comida y después sentarse alrededor de la hoguera a escuchar infinitas historias de ciguapas y galipotes que cuentan los guías, para después con el cerebro afiebrado por las historias escuchadas irse a dormir, ya que mañana hay que madrugar para empezar a caminar rumbo al pico Duarte con las primeras horas del amanecer.
El pico Duarte está a 1087 metros sobre el nivel del mar, a siete kilómetros aproximadamente de Compartición y a veintitrés de la Ciénaga. Son siete kilómetros subiendo, es ahí donde terminamos de dar lo último que nos queda, es el último esfuerzo que nos lleva al vallecito de Lilís en donde nos detenemos para tomar aire y entonces retomar la marcha hasta alcanzar la meta, el pico Duarte.
Llegar al techo del Caribe es haber alcanzado la meta propuesta, alcanzar el cielo, tocar las nubes y como es natural abrazos, risas, llanto y la foto obligatoria para regresar hacia después a Compartición en donde amanecemos, para al otro día bien tempranito emprender el camino de regreso, ya sin prisa.
Sé que la mayoría no volverán pero en algunos queda la ilusión de poder intentarlo nuevamente, esos son los valientes.
Domingo Acevedo.

DE SABANETA AL PICO DUARTE.
La ruta que va de Sabaneta al Pico Duarte, siento yo, que es la más dura, la más difícil. Se sale del pueblo de Sabaneta, hasta llegar al primer refugio que es el Alto de la Rosa, por un camino lleno de dificultades y precipicios peligrosos, en donde la presa de Sabaneta ocupa casi todo el paisaje.
Mientras nos alejamos del pueblo vamos dejando atrás, casas diseminadas a lo largo de un buen trecho del camino, desde las empalizadas, niños con el hambre dibujada en el cuerpo nos dicen adiós con sus manos escuálidas, sus miradas enfermas por el hambre nos persiguen más allá del olvido, dejando en nuestras conciencias el amargo sabor de la impotencia.
Se asciende por un sendero de bosques y precipicios, quedando hechizadas nuestras miradas por lo espectacular de un paisaje que permanecerá durante todo el viaje y donde la presa de Sabaneta, pintada en el lienzo vegetal del paisaje, nos acompañará más allá del Alto de la rosa.
Sí se sale a las seis de mañana del pueblo de Sabaneta, ya a las dos de la tarde el primer grupo habrá llegado al refugio, donde uno se encuentra con la dificultad de que no hay agua, hay que ir a buscarla a un arroyo un poco distante. Aunque existe un tanque donde a veces podemos encontrar el preciado líquido que utilizan los guardias de foresta que protegen este parque nacional para sus actividades cotidianas. Recuerdo que cuando hicimos el trayecto de Constanza a Sabaneta. De Macutico al Alto de la Rosa nos extraviamos y llegamos como a las once de la noche al refugio, cansados y con hambre y por un descuido de los guías, que no se llevaron de mi consejo de coger agua en uno de los arroyos, llegamos sin ese líquido al refugio y tuvieron que volver atrás a buscar agua para cocinar y para el trayecto que va del Alto de la Rosa a Sabaneta, ya que hay un buen trecho sin agua.
El Alto de la Rosa es una caseta con dos habitaciones, varias camas y una cocina, también existe en el lugar una torre de vigilancia y un mirador desde donde se puede observar el hermoso paisaje, que rodea el lugar.
De este refugio por lo duro del trayecto, hay que salir bien temprano para llegar con las luces del día, al segundo refugio que es Macutico. El camino es interminable y hermoso, con lugares espectaculares como es la piedra del aguacate, en donde hay que hacer una parada necesaria y darse un baño en el arroyo del mismo nombre, para luego emprender el camino hacia el valle de Nunca Jamás, como lo hemos bautizado nosotros, por lo sobrecogedor que resulta ese trayecto desolado e inmenso en donde uno siente como la inmensidad del paisaje aletea sobre nuestras cabezas como un ave de mal agüero, esa vez encontramos a Cristián llorando, perdido en su propia soledad y dos horas más tarde, Brito, se sentó en una piedra a orilla del camino y dijo en voz alta, he caminado tanto que ya no se para donde voy.
Cruzar ese valle es una experiencia indescriptible, sobrecogedora, a mí me ha tocado pasarlo en la noche, sin guía y con un grupo de caminantes agotados, esa vez por un momento perdimos el camino y nos sentimos perdidos, pero gracias a Dios pudimos encontrar nuevamente el sendero y emprender nuevamente el rumbo hacia Macutico, esa experiencia fue para mí inolvidable.
Esa vez arribamos como a las diez de la noche al refugio, recuerdo que cuando llegamos a Lilí, de la alegría le dio un ataque de nervios. Este refugio, está ubicado en una llanura desolada, últimamente afectada por los incendios, lo que le da un aspecto fantástico, en ese lugar en las noches se puede sentir el peso de la soledad en la piel, el frío cala los huesos y el halo de misterio que ronda en el ambiente nos acerca más a los compañeros de viaje y nos deja en el alma la infinita sensación de la ausencia.
De Macutico, se llega al Pico Duarte y luego se baja a la Compartición, es un trayecto agotador, pero más corto, se avanza por un camino que el tiempo y los incendios casi han borrado, donde aun quedan árboles gigantescos, animales misteriosos y pájaros invisibles, hay que caminar con mucho cuidado para no perderse y si es hombre se corre el riesgo de ser secuestrado por una ciguapa, que lo llevará a su cueva y lo esclavizará por siempre.
Lo más impresionante del viaje es cuando uno baja agotado la loma del Barraco y se encuentra de frente con la pelona, inmensa, inalcanzable, agotadora, y uno en su interior se interroga, sí tendrá las fuerzas suficiente para alcanzar la cima. Llegar hasta la cúspide de la Pelona para muchos es un calvario interminable, pero ya en ella se desciende un poco hasta la caseta del Vallecito de Lilís, donde es necesario un breve descanso, para seguir, hasta coronar la cima del Pico Duarte.
Del Pico Duarte se desciende hasta la caseta de la Comparición, en donde se amanece y al otro día tempranito, por un camino repetido y hermoso se baja hasta la Ciénaga de Manabao, en donde nos espera la guagua que nos llevará de regreso a la ciudad.
Domingo Acevedo.
2011.
UNA NOCHE EN EL MACUTICO
Anochece, un viento con alas tristes revolotea sobre la cabaña perdida en la soledad distante de la cordillera central. Nosotros cansados de la larga caminata que del Alto de la Rosa hasta el Macutico hemos realizado, organizamos los equipajes, dentro del refugio, mientras miramos de vez en cuando hacia el camino esperando ver llegar a los compañeros que se quedaron rezagados en el valle infinito de nunca jamás, alguien del grupo grita bien alto aleeertaaaaa, aleeertaaaaa, es el modo de comunicarnos con los que vienen rezagados; ya que en estos parajes desolados el viento multiplica la voz y retumba en la lejanía, sí el otro grupo nos escucha responde de la misma manera, ahora sólo el silencio nos responde.
Este trayecto lo he hecho varias veces y sé que es difícil y agotador pero hermoso y mágico, lo disfruto al máximo. Ya son las siete de la noche, hace frío y empieza a oscurecer, nos sentimos preocupados por los compañeros que se quedaron atrás, ya en la cocina un grupo prepara la comida, tenemos hambre no hemos comido nada desde la mañana, sólo una merienda a las dos de la tarde, el grupo ha sido fuerte, los muchachos no se han quejado, unos van rumbo al río a buscar agua y los demás buscan leña para la fogata con uno de los guías.
Desde la ventana del refugio veo como los demás guías se alejan en la oscuridad, llevan los animales a comer algo, no muy lejos de donde nos encontramos hospedados.
Ya las primeras estrellas empiezan a coquetear en el cielo con la luna y a lo lejos se oyen voces de alegría, y un aleeeertaaaaa esperanzador, es el grupo que quedó rezagado que ha llegado al río, donde el equipo de agua llena los galones para el uso de mañana, eso nos da más tranquilidad, ya estamos todos juntos, ahora un baño cae bien y después a comer, más tarde la evaluación del trayecto, el acostumbrado conversatorio, el chiste necesario y a dormir, la caminata de mañana también es fuerte, del Macutico, al Pico Duarte, a la Compartición cualquiera deja el forro, ya que después de una larga caminata y bajar la loma del Barraco, uno se encuentra con la pelona, que se muestra desafiante e imponente ante la mirada incrédula del cansado caminante que hace esta travesía por primera vez.
Son las ocho de la noche ya la fogata arde en una esquina del campamento y la comida casi está. La neblina empieza a vestir de blanco el valle, trae con ella el misterio ancestral de lo desconocido, nos acurrucamos unos a otros junto a la fogata, el frío es terrible, la noche parece absorbernos en sus misterios, en esta soledad nos sentimos tan pequeños y desvalidos, tan poca cosa, que nos damos cuenta que en la infinita vastedad del universo no somos nada y empezamos a buscar la compañía de algún compañero (a) para sentirnos protegidos, alguien se atreve y hace algún cuento de fantasmas o muertos y Cristian protesta y se escurre en la cocina.
La caseta del Macutico tiene tres habitaciones dos dormitorios y la sala, en las cuales preparamos las frazadas y las bolsas de dormir, ya cada uno tiene su espacio en donde pasará la noche que se perfila muy fría, en la cocina separada a unos cuantos metros del refugio, los guías preparan un té de jengibre para el frío, la fogata arde alegremente, ya se hizo la evaluación, del trayecto, y tratamos como siempre el tema central de la actividad, junto a la fogata nos queremos más, nos sentimos hermanados, nos acercamos tanto que sentimos el calor de la piel del compañero (a) que tenemos al lado, sentimos la necesidad de protegernos unos a otros, en estas caminatas crece el sentimiento de la solidaridad y se hacen relaciones que perduran en el tiempo.
Los guías nos llaman para tomar el té de jengibre que es bueno para ahuyentar a los duendes del frío, volvemos con ellos a la fogata y los escuchamos contarnos mil historias de fantasía, sobre fantasmas, difuntos y Ciguapas que a ellos les ha tocado vivir, en su largo trajinar por esas vastas soledades de la cordillera central, ya es hora de dormir nos despedirnos, cada uno se dirige al lugar donde pasará la noche, a veces sentimos temor es por eso que buscamos la compañía secreta del que duerme a nuestro lado, yo me detengo un rato entre la cocina y el refugio y miro al cielo al cual no le cabe una estrellas más, tanta belleza es indescriptible, aquí se siente, se palpa la presencia de Dios, es indescriptible la sensación que siento en el Macutico, en donde el silencio aletea entre la sombras y la neblina y espanta el canto de las insectos nocturno y se queda entre nosotros hasta el amanecer y se hace cómplice del frío que nos muerde la piel.
Yo siempre guardo la esperanza de volver a recorrer esos caminos perdidos en la distante soledad del parque nacional José del Carmen Ramírez.
Nos acomodamos, me percato de que todos estén en el lugar que le corresponde a cada uno y les recuerdo que mañana a las cinco de la mañana debemos levantarnos para prepararnos para la jornada del día siguiente.
Esta narración es un homenaje a todos los que me han acompañados en esta ruta, Sabaneta, (San Juan) la Ciénaga, (Jarabacoa)
DOMINGO ACEVEDO.
Mata Grande la ruta más hermosa de las que van al Pico Duarte.
Una de las rutas más hermosa es la que va de Mata Grande, Pico Duarte, Compartición, la Ciénaga, ubicada en el parque nacional Armando Bermúdez, es sin temor a equivocarme el que tiene la vegetación más exuberante y los paisajes más espectaculares y en donde usted puede encontrar naranjas y limones dulces entre otras frutas, para entretener el hambre y la sed.
Se sale de Mata Grande, en donde se puede amanecer el primer día o seguir hasta Loma de Oro que son aproximadamente seis kilómetros, en donde se puede pasar la noche para reducir distancia hasta la Guacara. Antes de llegar a Loma de Oro se pasa por la caseta de Medio Ambiente en donde se hace una parada obligatoria, allí los guardias forestales revisan que el permiso de entrada al parque este en orden. De Loma de Oro hasta la Guacara hay alrededor de catorce kilómetros de hermosos paisajes, que por momentos hacen que uno olvide el cansancio y dejan en el caminante la sensación de que están en el paraíso, esta ruta y la de la Ciénaga son las más frecuentadas.
De la Guacara al Valle del Bao hay doce kilómetros hasta llegar a los 1800 metros sobre el nivel del mar. En la medida que te adentra entre las montañas el paisaje te va absorbiendo hasta hacerte olvidar lo largo y agotador del camino, de repente ante ti se descorre la cortina vegetal de árboles, cortezas y hojas para dar paso a un deslumbrante valle de pajones, es el Valle del Bao, bordeado en uno de sus extremos por un río del mismo nombre, en este refugio algunos excursionistas se quedan más de un día para disfrutar de las aguas refrescantes del río, y de lo espectaculares amaneceres en el valle del Bao.
Del Bao hay diez agotadores kilómetros de una subida interminable hasta la cima de la pelona, desde donde, sólo quedan tres kilómetros hasta la cúspide del Pico Duarte, en los últimos años los incendios han mermado un poco la belleza de esta última etapa del trayecto, subir la loma del coñazo, pasar por el conuco del diablo, que es una parte de la pelona poblada de piedras calcinadas y árboles retorcidos que dan al lugar un aire misterioso, tomar un poco de aliento en la caseta del Valle De Lilís, para entonces avanzar entre la neblina de la tarde hasta coronar el sueño de llegar a la meta, alcanzar la cima que a muchos a costado sudor, cansancio, dolor, sacrificios y porque no, algunas lágrimas secretas, se que es así, porque en más de una ocasión en las noche he escuchado a alguien sollozar en secreto.
Ya en la cima, tocar las nubes con nuestros sueños, sentirnos más cerca de Dios, mirar la pelona imponente, los abrazos, el júbilo la emoción de los que por primera vez conquistan la cima del pico Duarte y sobre todo las acostumbradas fotos y después el regreso, algunos se devuelven hacia Mata Grande pero yo prefiero continuar y dormir en Compartición y al otro día continuar hasta la Ciénaga.
En la Compartición confluyen muchos excursionistas que vienen desde diferentes puntos, unos que van y otros que ya vienen de regreso, en el lugar de la fogata, en las noches, se comparte con muchas personas a las cuales posiblemente no volveremos a ver nunca más, ya al otro día después de una fría noche, hay que levantarse bien temprano para emprender el regreso, hacer el desayuno, levantar el campamento y ya a las seis empezar a subir la Vela, que es todo un espectáculo: contra la penumbra del amanecer los caminantes con sus focos en sus manos se alargan en una larga procesión de luz hasta la salida del sol.
La Vela es el último gran esfuerzo, luego el camino se alarga en una sola bajada hasta la Ciénaga. De camino, en Agüita Fría se hace una parada para llenar los envases con agua fresca, es en este lugar en donde nace el río Yaque del Sur y donde se registran muy bajas temperaturas, después de tomar agua y comer algo, se continua bajando hasta el cruce, es aquí en donde el camino tuerce hacia le Valle del Tetero.
Del cruce uno se programa para llegar hasta los Tablones de un sólo jalón, realmente no es así porque el cansancio de la larga jornada nos impone más de un descanso, aunque algunos caminantes, lo más fuertes, llegan de la Compartición trotando hasta la Ciénaga.Últimamente el camino del cruce hasta más allá de los Tablones está intransitable por el lodo, producto de las lluvias, el paso de las personas y los animales, es por eso que al llegar a los Tablones se hace necesario un buen baño para quitarse el lodo acumulado durante el trayecto.
Ya en los tablones, algunos se dan un merecido baño, un descanso si es necesario para todos, para después comenzar a descender con más calma y empezar a mirar hacia atrás con cierta nostalgia, ya este es el último trayecto: de una tupida vegetación y árboles frondosos que se entrecruzan, formando sobre nuestras cabezas un arco vegetal, en este último tramo del camino siempre encontramos niños de harapos vendiendo frutas de lástima con la esperanza de conseguir algunas monedas para engañar el hambre de toda la vida, algunos no venden nada, arrinconados junto al camino, extienden sus manitas tiernas, y dicen a los caminantes, “denme algo” sus miradas tristes, sus cuerpecitos endebles y desnutridos, desde la primera vez que los vi los llevo clavados en mis recuerdos.
Ya en la Ciénaga, cruzamos el puente de árboles caídos, pasamos frente a la caseta de medio ambiente y continuamos hasta el centro del pueblo en donde acomodamos el equipaje mientras llega el transporte que nos llevará de regreso a la capital. Algunos mientras llega la guagua, se toman una cerveza, algún refresco, comen algo o van al río disfrutar de un buen baño, sólo es cuestión de tiempo para volver a la prisa y la locura de la ciudad, pasarán algunas noches después del viaje en que la mente mientras dormimos irá recreando en el inconsciente todas las vicisitudes del viaje.
Este relato, lo dedico a Vitico y a Ramón guías de Mata Grande y Pedrito de la Ciénaga.
Domingo Acevedo.
DE AZUA AL PICO DUARTE, NUESTRA VOZ SE LEVANTA PARA ALERTAR SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL.
Salimos a las seis de la mañana del partido Nueva Alternativa con rumbo a Padre las Casas a donde llegamos como a las diez y media de la mañana, tomamos el camión que nos llevaría al pueblo del Tetero. El chofer nos llevó a su casa en donde nos ofreció desayuno el cual no aceptamos porque ya habíamos comido algo.
Desayunó, partimos, y después de dar algunas vueltas por el pueblo de Padre las Casas lo que aprovechamos para comprar algunas cosas, pusimos proa hacia el pueblo del Tetero, por una carretera polvorienta, llena de precipicios y curvas, con un paisaje abrupto y desolador en algunas partes, con pueblecitos miserables perdidos en un paisaje sobrecogedor y triste, en donde las personas empobrecidas parecían vegetal en un presente abrumador, del Tetero partiríamos al otro día hacia el Pico Duarte.
Llegamos alrededor de las dos y media al Tetero y nos acomodamos en la casa de Nardo, nuestro guía y amigo organizamos los bultos mientras Mártires y Sandy por un lado preparaban la casa de campaña en la que dormirían y Engel y Luis la de ellos y Canela la de él, mientras Marisol hacía los preparativos para la comida, después de comer paseamos por el pueblo y pudimos palpar la pobreza, nos dolió especialmente la situación de miseria de los niños de aquel pueblo perdido en el olvido.
Compartimos con la familia de Nardo y en la noche hicimos cuentos alrededor de la fogata acompañados por algunos habitantes del pueblo, a la hora de dormir cada uno se fue al lugar que le correspondía, Sandy y Mártires en su casa de campaña, Engel y Luis en la de ellos y Canela por igual se fue a la de él, Ruddy y Rosa, en la casa de Nardo y Marisol, Félix y Yo en la casa de un familiar de Nardo.
Muy tempranito nos levantamos, nos preparamos, desayunamos y partimos antes del amanecer hacia el valle del Tetero, bajo una leve llovizna que nos acompañó por casi todo el camino, Nardo no fue con nosotros tenía otros asuntos y mando a July, Francisco y Jaime con nosotros, pero nos acompañó un buen trecho y nos enseñó el lugar donde se produce la electricidad que consume el pueblo.
El paisaje no podía ser más hermoso, el aire fresco de a montaña, los altos y frondosos pinos, el colorido de las flores silvestres, el canto de los pájaros nos guiaba sin ninguna prisa por los caminos mojados hacia el placer de compartir esta inolvidable experiencia, la de conquistar la cima más alta de las Antillas, el Pico Duarte y un alertaaaa, que de vez en cuando retumbaba en la distancia anunciando que La Brigada Cimarrona Sebastián Lemba desbrozaba esos caminos rumbo a la cima más alta de las Antillas.
Atravesamos Sabana Andrés, subimos el pico Loma Vieja, atravesamos Lo Fríos, subimos con mucho esfuerzo el Pico Alto del Valle, nos deteníamos brevemente a tomar aire, tocamos las nubes y comenzamos a descender hacia el valle del Tetero, por un camino mojado por una llovizna eterna, que nos acompañaba en nuestro descenso, el lodo y las caídas permanentes retrasaron nuestra llegada al valle, a donde llegamos pasada las tres de la tarde.
En el valle del Tetero, perdimos un día por la lluvia, allí discutimos la posibilidad de quedarnos y eso generó una gran discusión ya que los nuevos querían salir a pesar del lodo y la lluvia y el alerta de los que llegaban de Compartición que nos decían que no se podía seguir, que nos recomendaban quedarnos y partir al otro día. Así lo hicimos, nos quedamos y los nuevos disfrutaron de la belleza del valle del Tetero, se bañaron en la ballena visitaron la piedra indígena y disfrutaron de un juego de pelota entre los guías y los excursionistas, jugamos dominó, hicimos contactos con otros grupos a los cuales explicamos los motivos de nuestras excursión, la que se encontraron interesante.
En la noche hizo un frío terrible, algunos durmieron en sus casas de campaña y otros nos acomodamos en la caseta, a las cuatro de la mañana me levanté y desperté a todos, Marisol y Félix, prepararon el desayuno mientras los guías iban al monte a buscar a las bestias y los otros desmontaban sus casas de campañas, salimos con las linternas encendidas intentábamos ganar tiempo al tiempo, no nos fuimos por el atajo, nos dijeron que estaba intransitable y dirigimos nuestros pasos al cruce, al que llegamos agotados y enlodados, descansamos y emprendimos la subida hacia agüita fría nuestra meta más cercana.
Fue lenta y agotadora la subida, no obstante todos íbamos disfrutando del paisaje y dejándolo plasmado en nuestras cámaras fotográficas, llegamos como a las dos de la tarde a agüita fría, en donde merendamos y tomamos fotos del lugar en donde nacen los ríos Yaque del Sur y Yaque del Norte y luego emprendimos el descenso hacia la Compartición, a la que llegamos alrededor de la tres y cuarenta y cinco, decidimos por la hora que sólo subirían al Pico Duarte los que no habían subido nunca y que se irían en los mulos, los demás nos quedaríamos preparando la comida.
En Compartición haríamos la ceremonia del manifiesto en la noche, esperaríamos, al grupo Eugenio Marcano que venía de Mata Grande, ya que con el grupo del colegio de la Salle no nos encontraríamos. Ya al caer la noche vi con alegría a Manuel Cuevas que llegaba sobre un mulo y corrí a alcanzarlo y cuando se desmontó me dijo Domingo estoy mal, se apoyó en mí y llamé a Marisol y a Félix lo dos médicos que nos acompañaban, con mucho esfuerzo lo llevamos al interior del refugio y junto a otra doctora que se encontraba allí, procedieron a darles los primeros auxilios, tenía el azúcar baja, la presión alta y estaba deshidratado, ellos lograron estabilizarlo, los doctores hicieron un buen trabajo, puedo decir sin temor a equivocarme que Manuel Cuevas debe la vida a esos tres doctores que se encontraba en esos momentos en la Copartición.
Después fueron llegando poco a poco los del grupo del Eugenio de Jesús marcano, Marisol le hizo una sopa a Manuel y continuo con los preparativos de la comida, se hacía tarde y los que llegaron del grupo de Manuel estaban preocupados por una parte de ellos que se habían quedado rezagados, yo le decía que no se preocuparan que el grupo nuestro que había ido al Pico Duarte, le darían una mano, que no lo abandonarían y así fue, lo socorrieron y les prestaron algunos focos para que se iluminaran por esos caminos sinuosos y oscuros, los nuestros llegaron primero y dieron la noticia de que estaban bien y que venían más atrás.
Llegaron agotados, comieron y se acostaron de una vez, mientras seguían la atenciones a Manuel Cuevas, que se recuperaba lentamente, la noche fue clara ya lejos de la lluvia, el cielo esplendoroso de estrellas nos invitaba a compartir en la fogata, pero había sido un día muy agitado, lleno de muchas emociones fuertes y mañana debíamos prepararnos para partir y ver como bajaríamos a Manuel, quedamos que la mula de monta nuestra lo llevaría hasta agüita fría y que de ahí en adelante, se iría en la de ellos, hizo un frío infernal como siempre en Compartición.
Nos levantamos a las seis de la mañana, fue un amanecer esplendoroso y victorioso, Manuel amaneció mucho mejor, desayunamos, levantamos el campamento y partimos a las ocho y algo de la mañana, subimos la Vela en un ritual lento, pausado pero sostenido, nos trazamos metas, la primera fue agüita fría, íbamos alegres y felices, habíamos alcanzado la meta, ahora regresábamos a la Ciénaga y de ahí al hogar dulce hogar, llegamos agotados a agüita fría, merendamos y continuamos hacia el cruce nuestra segunda meta, íbamos raudos, ahora sólo bajábamos, el camino no tenía tanto lodo como pensábamos y el regreso renovaba nuestras fuerzas, nos daba nuevos bríos, la alegría no nos cabía en el corazón, llegamos al cruce sin darnos cuenta ahí nos encontramos con otros grupos, tomamos aire, esperamos a los que venían rezagados y de ahí partimos hacia los Tablones, de vez en cuando en la distancia retumbaba algún alertaaaa de nostalgia.
El camino hacia los tablones estaba lleno de lodo, no como en otra época, pero tenía y hacíamos apuestas de quien se caería primero, avanzamos rápido por un bosque tupido y húmedo, acariciados por una brisa agradable que mitigaba un poco el cansancio. De tanto bajar uno se hastía y las rodillas se aflojan y uno pide a gritos, una subida por favor, una subida, aunque sea pequeña, de las lagunas a los tablones lo hicimos en un tiempo récord y llegamos a la caseta nueva de los tablones a las dos de la tarde, de los tablones a la Ciénagaapuramos el paso y llegamos antes de las cuatro de la tarde, al llegar a la Ciénaga miramos con nostalgia el lugar en donde vivía Pedrito, el guía que nos acogía en su casa cuando regresábamos por esa ruta y que tuvo que vender sus tierras a precio de vaca muerta a un hijo de Gómez Díaz, Pedrito no sabe leer y le hicieron firmar un documento que era una orden de desalojo y le dieron por sus tierras lo que a ellos les dio las ganas, con Pedrito se impuso el poder de los Gómez Díaz. Cuando el grupo zeta llegó ya los muchachos estaban ubicados y Jaime nuestro atento guía nos llevó a donde su hija a bañarnos, mientras algunos comían algo y Marisol y July bailaban acompasados una bachata.
Coordinamos con Manuel el regreso y nos sentamos a esperar la llegada de la guagua. Debemos rendir un merecido tributo al trabajo de Jaime, July y Francisco, que más que guías fueron y son nuestros compañeros y amigos, a ellos va nuestra gratitud eterna, también debemos reconocer la amabilidad para con nosotros de los demás guías, que a donde llegábamos nos miran con respeto y admiración y reconociendo en nosotros el respeto y la disciplina que sentimos por ellos, por los demás caminantes y por esos bosques, que han pasado a ser partes de nuestras vidas.
La guagua llegó pasada las cinco de la tarde, nos montamos y emprendimos el regreso, con la promesa del año que viene volver. Ahora tenemos algunas tareas por delante, 1-Difundir el manifiesto. 2-Hacer una caminata, de Sabaneta, de Santiago Rodríguez, hasta Sabaneta, de San Juan, 3-La vigilia mundial por el día de la Madre Tierra. y 4-El operativo médico en el Tetero, a todo esto les pondremos fecha en la reunión del treinta de enero próximo, en la que discutiremos la próxima ruta, ya que tenemos tres propuestas, 1- hacer la ruta San Juan, Mata Grande. 2-Mata Grande, la Ciénaga. 3-Azua, el Valle del Tetero, la Ciénaga. En la reunión del treinta de enero nos pondremos de acuerdo en la ruta que haremos, así compañeros de ruta, que hasta el treinta de enero en donde compartiremos las fotos, las anécdotas y las experiencias del viaje.
DOMINGO ACEVEDO
ENERO 2010
Declaración del Pico Duarte
CAMBIO CLIMATICA
Debido a la alta concentración de contaminación en la atmósfera, el clima global se verá afectado significativamente en las próximas décadas, lo que producirá cambios significativos en su comportamiento, afectando sensiblemente la vida en la tierra.
El cambio climático es atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables, esto es según la convención de las Naciones Unidas sobre cambios climáticos del 1992.
El efecto de invernadero se trata de un fenómeno natural que permite la vida en la tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja, se quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15º C en lugar de -18º C.
Las causas del cambio climático son el aumento de las emisiones de los gases que producen el efecto de invernadero provocados por las sociedades industrializadas, que provocan una aceleración en el calentamiento de la tierra sin precedentes, sin embargo el clima siempre ha variado, el problema del cambio climático actual es que en los dos últimos siglos, el ritmo de esta variación se ha acelerado bastante.
El principal gas emitido a la atmósfera por la acción de los seres humanos es el dióxido de carbono CO2, que es producto de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) utilizados para la producción de energía y transporte.
El cambio en el clima se ha disparado a una velocidad e intensidad más alta de los previsto y entre sus impactos más relevantes se destacan, la reducción de los glaciares, lo que supone una subida de los niveles de los mares poniendo en peligro las poblaciones costeras, la extinción de especies en hasta en un 30%, un mayor riesgo de oleadas de calor, sequías en algunas zonas y largos periodos de lluvias torrenciales en otras, todo esto supone un peligro latente para la humanidad.
Es por eso que nosotros, un grupo de organizaciones ecológicas, sociales y personalidades del país y del extranjero hemos venidos aquí a la cima más alta de las Antillas, el Pico Duarte a elevar nuestras voces de alarma y preocupación ante la creciente amenaza del calentamiento global, porque entendemos que es un fenómeno antropogénico y que su efecto en el cambios de los patrones climáticos globales, es una amenaza para la humanidad.
Nos preocupa la indiferencia con que los países industrializados abordan el tema, poniendo su desarrollo industrial por encima del futuro de la humanidad, negándose a firmar acuerdos, tratados y protocolos, para la reducción de los gases que producen el efecto de invernadero. Tal es el caso del protocolo de Kyoto considerado como un fracaso al no evidenciarse avances significativos para evitar el calentamiento global y disminuir sus consecuencias
Ante el drama que se ve por venir fruto de los cambios climáticos, nosotros entendemos que la humanidad debe abocarse a buscar soluciones más estrictas para reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera a 350 parte por millón y evitar de esa manera que la temperatura global del planeta alcance o sobrepase los 2º C ya que este evento nos estaría aproximando a grandes catástrofes que pondrían en peligro el futuro de la humanidad.
Los países pobres que son los que menos contaminan están condenados a sufrir las peores consecuencias de este fenómeno que producirá prolongados periodos de sequías, inundaciones por el descongelamiento de los glaciares que harán desaparecer a muchas ciudades costeras, lluvias torrenciales, oleadas inusitadas de calor, etc. todos estos trastornos en el comportamiento del clima producirá a lo largo del globo terrestre momentos de inestabilidad política y social que pondrán en riesgo la supervivencia humana.
Por todo lo antes expuesto, proponemos lo siguiente:
1-Que el cambio climático sea asumido por todas las naciones del mundo como la peor amenaza por la que actualmente atraviesa la humanidad
2-Por lo que se debe lograr un consenso mundial sobre metas climáticas que sean justas, preventivas y de bajos riesgos.
3-Diseñar tácticas y estrategias políticas para que los acuerdos a que se arriben se cumplan sin dilaciones, ni traumas.
4-Que los países industrializados que son los que más daños hacen al planeta, puedan de alguna manera compensar a los países más pobres, que son los que sufrirán con mayor rigor los efectos de cambio climático.
5-Elaborar políticas eficientes para detener la deforestación y la degradación de los bosques tropicales, como una forma de amortiguar un poco los efectos de los cambios en el clima.
6-Que los países ricos aporten a los países pobres los recursos necesarios para que asuman políticas que vayan desde lo más simple a lo más complejo para no sólo reducir los gases que producen el efecto de invernadero, sino también los que destruyen la capa de ozono y “el Negro de carbono.” Hollín liberado por la quema incompleta de combustibles fósiles y otras materias orgánicas como la madera. Sus principales emisores son los automóviles, especialmente aquellos que usan gasóleo como combustible y las estufas de leña.
7-Invertir más tiempo y recursos (humanos y dinero) en la búsqueda de energía limpia (eólica, solar, hidroeléctrica, otras) cuya eficiencia y rentabilidad sean una alternativa a la energía fósil.
8-elaborar un plan mundial de información y educación dirigido a las personas comunes sobre lo que es el cambio climático y los peligros que encierra para la humanidad a mediano y largo plazo.
9-Conformar un tribunal internacional en donde se puedan juzgar a los países (sin importar su poderío económico o militar) que no cumplan con los acuerdos sobre la reducción de los gases del efecto de invernadero.
10-condenamos al gobierno Dominicano del PLD, encabezado por el señor Leonel Fernández Reyna, por entregar el patrimonio Dominicano, a particulares, industriales y empresarios, nacionales y extranjeros, en contratos onerosos como el que intentaron con Acero Estrella y el fallido intento de construir una cementera en las estribaciones de los Haitises, en Gonzalo y el de la minera Barry Gold, entre otros contratos que atentan contra la ecología y la soberanía del país y que por demás dejan muy pocos o ningún beneficio económico al país.
NO, A LA INSTALACION DE LA MINERA BARRY GOLD EN EL PAIS.
PICO DUARTE, 5 DE ENERO 2010.
1- Confederación Nacional de Mujeres del Campo. (CONAMUCA)
2- Instituto Dominicano de Desarrollo Integrar, Zona Norte. (IDDI)
3- Grupo Ecológico Eugenio Marcano
4- Asociación Cultural Rufino Martínez. Puerto Plata.
5- Unión de Jovenes Cotuisanos. (UJC) Cotui.
6- Comité Progresista Juvenil. San Francisco. San Francisco.
7- Union Nacional de Estudiantes Revolucionario (UNER)
8- Colegio la Salle.
9- Brigada Cimarrona Sebastian Lemba. (BCSL)
Cosas necesarias para subir sin traumas al Pico Duarte.
1- pantalones cómodos para caminar (sudadores preferiblemente)
2- Dos abrigos para el frío (uno fuerte para la noche y uno más suave para caminar)
3- Capa para cubrirse de la lluvia.
4- Pasa montaña o gorra.
5- Botas o tenis altos.
6- Medias de lana.
7- Guantes para el frío.
8- Pito.
9- Luz de bengala. (no obligatorio)
10- Cuchillo y /o machete pequeño en su baqueta.
11- Foco (con pilas y bombillas extras)
12- Cantimplora para el agua.
13- Plato, cuchara y vaso preferiblemente de metal.
14- Encendedores o fósforos.
15- Toalla.
16- Traje de baño.
17- Papel higiénico.
18- Pasta dental.
19- Gafas para sol.
20- Casa de campaña.(no es obligatorio)
21- Bolsa de dormir (para clima frío)
22- Un par de radio de comunicaciones si tienes.
23- Fundas grandes para echar la ropa para que no se moje.
24- Meriendas para los días que dure la excursión (mentas, chocolate, sardinas, salchichas etc.)
25- Vitamina neurotropas, Dolotrop K, B tres dolo etc.
26- Ungüento para los dolores musculares.
27- Y lo más importante: la disposición mental de llegar hasta la cima más alta del Caribe, el Pico Duarte.
COMIDA PARA COMPRAR.
Comida
Arroz
Aceite
Sal
Salsa
Sopita
Sazones
Ajo y cebolla
Aceitunas y alcaparras
Habichuelas enlatadas
Gandules enlatados
Maíz enlatado
Salchichón
Sardina
Salmones
Chuletas ahumadas
Bacalao
Espaguetis
Desayuno
Azúcar
Chocolate
Especias
Leche en polvo
Korn flakes
Café
Hojas de té
Chocolate
Avena
Maicena
Merienda
Galletas dulces y saladas
Casabe
Pan
Queso blanco y amarillo
Mantequilla
Flan
Leche condensada
Mentas
Chocolate
Bayonesa
Mentas
NOTAS IMPORTANTES A LA HORA DE SUBIR AL PICO DUARTE
Para subir al Pico Duarte hay que estar en perfecto estado de salud, se debe hacer ejercicios por lo menos tres meses antes (trotar y subir escaleras) hacerse una revisión médica general, ver cómo está su corazón, su presión arterial, ponerse la vacuna contra el tétano entre otras cosas.
Está prohibido vestirse de militar completamente (camuflaje) se deben respetar las reglas establecidas por medio ambiente y todo lo que tiene que ver con la ecología, no tirar basuras, no agredir la flora, ni la fauna etc. Está prohibido llevar armas de fuego y no debe faltar en el grupo un médico y un botiquín completo.
A la hora de pensar en hace una de las rutas que van a la cima más alta de las Antillas, se ha de tener en cuenta que las caminatas son largas y agotadoras, que no es un día de campo, que a veces hay que caminar un día completo subiendo y bajando, bajo temperaturas muy bajas, bajo la lluvia y/o bajo un sol y un calor sofocante. Digo esto porque hemos tenido casos de personas que después que se encuentran con la realidad., dicen, ay Dios, en qué lío es que yo me he metido y lloran y maldicen y hasta se rebelan, negándose a seguir caminando.
Por eso es muy necesario que las personas que se deciden a subir al Pico Duarte sepan lo que les espera. Otro de los inconvenientes que hemos tenidos en esa lomas de Dios es con la comida o con lo que algunos llaman el menú, algunas personas después que están allá arriba dicen mira yo no como eso que se está cocinando. Por eso el menú se debe preparar con todo el grupo que va ha hacer la travesía, para que sepan que se cocinará todos los días y así no tener ese inconveniente.
A la hora de caminar no se debe hacer solo, siempre en grupo y con un guía. Si alguien se siente perdido se debe quedar en el lugar donde está y tratar de hacer algún tipo de ruido para llamar la atención de los demás, si decide caminar debe ir dejando señales por donde va para facilitar ser encontrado.
Por eso es que recomendamos tener siempre la mochila arriba con lo necesario para sobrevivir dos o tres noches, su abrigo para el frío, su capa para la lluvia, su merienda, su foco, su encendedor o fósforo, su cantimplora con agua, su pito, una bengala y su radio si tiene, generalmente la bengala se usa en la noche.
Si se pierde no debe bajo ninguna circunstancia perder la calma, se debe racionalizar el agua y la comida, pitar (con el pito) estar atento a la radio si anda con uno y hacer intento de comunicarse con el grupo o con otros grupos.
Si le coge la noche en el monte, debe buscar un lugar que lo proteja lo más posible del frío, debe intentar hacer una fogata teniendo en cuenta no producir un incendio, debe tener en cuenta de que la temperatura puede bajar a menos cero y si no se está bien abrigado producir hipotermia por lo que se recomienda no dormirse, y mantener el cuerpo en calor haciendo una fogata o mantenerse en movimiento ya que quedarse quieto o dormirse es caldo de cultivo para una hipotermia que puede ser mortal.
Domingo Acevedo
Domingoacv2@gmail.com
TEL. 829 568 3544
OTRAS INFORMACIONES IMPORTANTES A TENER EN CUENTA
Sí se llega temprano al refugio y se puede acampar dentro de él, es mejor ya que en la mañana se ganará un tiempo precioso a la hora de partir, ya que en desmontar y organizar las casas de campañas se pierde mucho tiempo, tiempo que se puede aprovechar, para salir a caminar con las primeras luces del amanecer y así avanzar lo más que se pueda con la hora fresca.
Al organizar las casas de campañas se deben colocar todas lejos de las fogatas y lo más cerca posible una de otra, a la hora de partir hay que revisar bien los equipajes que cada uno esté en el lugar que le corresponda y que no se quede nada, a la hora de llegar al refugio se deben colocar los equipajes en un mismo lugar, lejos de otros equipajes para que no se confundan con los de otros grupos, cosa que pasa con mucha frecuencia, cada uno es responsable de su equipaje personal y del equipaje colectivo.
El área donde se acampe a la hora de partir debe quedar limpio (sin basura) es una norma de los parques y parte de la higiene personal de cada uno de ustedes por lo que deben de estar conscientes de que no se debe tirar basura, ni en los senderos, ni en los refugios, hay que llevar fundas destinadas para tal fin.
Es importante tener en cuenta a la hora de salir que hay largos trayectos sin agua y que por lo tanto cada caminante debe llevar su cantimplora llena y racionalizarla y que los guías lleven agua de emergencias en varios potes, es importante esta parte y los jefes de grupos deben fiscalizar esto.
La alimentación se debe organizar por renglones en sacos debidamente identificados, el desayuno y las hojas de té en un solo lugar, la comida en otro lugar, de esta manera, las latas en un lugar, la compaña en otro lugar etc. Así como la merienda del camino y el botiquín deben ir en uno de los mulos que siempre va con el grupo.
La trementina, los fósforos, los encendedores y los detergentes y los brillos de fregar deben estar lejos de la comida y siempre tenerlos visibles, especialmente en las noches.
Algo muy importante es que las casas de campaña, las ropas y otros equipajes deben estar dentro de fundas plásticas, esto por si llueve o si los mulos pasan por un arroyo un poco hondo no se mojen como nos ha pasado en algunos casos.
Es necesario llevar una lona plástica (azul) para tapar los equipajes y si llueve taparse con ellas, aunque hay que tener en cuenta que cuando llueve lo mejor es seguir caminando por los rayos y si la lluvia es fuerte y se pierde la visibilidad y acampan no hacerlo todos juntos.
Algo importante es el trato que se les da a los guías, estos deben ser considerados parte del grupo y con ellos se deben compartir todo, la merienda y la primera comida que se saque debe ser la de ellos.
Nadie debe alejarse solo del campamento bajo ninguna circunstancia, siempre hay que notificarlo a los encargados de la excursión, para ir a bañarse al río es preferible que vayan en grupos, no olviden por esos lugares es muy fácil extraviarse por lo que hay que conservar todas las medidas establecidas por los grupos para evitar inconvenientes.
Algo muy importante que se debe tener en cuenta a la hora de preparar un viaje al Pico Duarte, es tener un médico disponible y un botiquín completo.
Domingo Acevedo.
domingoacv2@gmail.com
829 568 3544


















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