UN TRIBUTO A MIGUEL ACEVEDO

A TRES AÑOS DE TU PARTIDA MIGUEL.

Hace tres años desde que Miguel, partió por el camino largo de la muerte hacia la eternidad, no volverá, lo sabemos, pero nos dejó lo más puro de él, su ejemplo, su recuerdo, tres hijos que deberán crecer y honrar con sus actos su memoria.

Han sido tres años de luchar contra las sombras del olvido que a veces humedece la memoria, que se transforman en lagrimas quejumbrosa en la voz, cuando decimos su nombre, cuando su recuerdo ilumina de mariposas azules nuestras miradas, mariposas que vuelan en el viento hasta el cielo y se convierten en estrellas que alumbran las noches más oscuras de enero.

Ahora luchamos contra el olvido y la ausencia, para mantener vivo el recuerdo y el ejemplo de Miguel, para que no muera la esperanza, sus sueños, todo por lo que él luchó, el futuro, la alegría, la solidaridad, su preocupación por los niños, por el deporte, por el país.

Miguel, fue de esos seres excepcionales que nacen para servir a los demás, que lo sacrifican todo, que se entregan, sin quejarse, sin pedir nada a cambio, él fue así, silencioso, callado, tímido, pero constante en su trabajo, responsable, honesto, serio, incansable, ese fue Miguel Acevedo, un ser abnegado, tierno, desprendido, y sobre todo humano.

Ahora, tres años después, es nuestra tarea, honrar su memoria, seguir su ejemplo, trabajar para que los niños tengan en el deporte la esperanza de un futuro mejor.

DOMINGO ACEVEDO.
ENERO 2010