En la cima más alta de las Antillas elpico Duarte.

En la cima más alta de las Antillas elpico Duarte.
No a la mega minería y el uso del cianuro, fuera la Barrick Gold del país.

sábado, 12 de junio de 2010

LA ONU MIENTE, SOBRE LA PROBLEMÁTICA HAITIANA EN LA REPUBLICA DOMINICANA.

LA ONU MIENTE, SOBRE LA PROBLEMÁTICA HAITIANA EN LA REPUBLICA DOMINICANA.


La ONU, es un mecanismo que sirve a los países poderosos y especialmente a los Estados Unidos de Norteamérica, lo ha demostrado en muchísimas ocasiones, la más reciente es la invasión a Irak, en donde se puso del lado de los Estados Unidos, para que este país cometiera uno de los genocidios más grande e injustificado de la historia de la humanidad, contra una nación, contra un pueblo indefenso, contra niños, mujeres y ancianos y es que ese es el heroísmos de los gringos, es ser abusadores y andar por el mundo metiendo sus narices donde no los llaman, claro siempre pescando en ríos revueltos, también está el caso Palestino en donde la ONU, nunca ha hecho el esfuerzo para que se cumplan las múltiples sanciones que pesan contra el estado Sionista, que sigue cometiendo todas clases de tropelías en contra del pueblo Palestino, también tenemos el caso de Cuba, Korea, e Irán, en donde la ONU, siempre asume posiciones en contra de estos países porque son la contraparte a la política imperial Norteamericana.

La ONU, ahora ha iniciado una campaña en contra de República Dominicana, en donde dice que se maltrata a los inmigrantes haitianos, eso sin reconocer que este país ha ido más allá de la solidaridad con los afectados por el terremoto del 12 de enero y nos parece sospechoso que en estos momentos la ONU salga esgrimiendo esos argumentos en contra del país y que se une a una campaña internacional de descrédito en contra de la República Dominicana, por la problemática haitiana.

La cantidad de haitianos en el país sobrepasa el millón, demasiado para un país pequeño y pobre, en donde los niveles de pobreza para los dominicanos son abrumadores y donde son múltiples los problemas de salud, trabajo y educación, estos problemas sin dudas afectarán con más rigor a los inmigrantes haitianos, los cuales encontramos mendigando en los semáforos, vendiendo tarjetas telefónicas en las avenidas, trabajando en la construcción y en el trabajo informar en importantes avenidas, como la Duarte, La mella y el pequeño Haití y haciendo labores agrícolas en nuestros campos.

Aquí hay ONG, que tienen escuelas, consultorios médicos y asilos para ancianos en donde se privilegia a los nacionales haitianos por encima de los dominicanos, eso se da mucho en Bayaguana, Monte Plata, sabana Grande de Boyá y también lo hemos visto en los alcarrizos.

Algo que no podemos esconder es el grado de pobreza en los bateyes ya abandonados por la quiebra de la industria azucarera, pero esa pobreza no sólo afecta a los haitianos, sino también a los dominicanos.

Tampoco podemos negar que no existan problemas entre haitianos y dominicanos, hay de por medio un problema histórico de odio, el reclamo de ellos de que les pertenece más territorio del que tienen, la invasión de ellos a la parte oriental de la isla, lo que originó el nacimiento nuestros como república y la matanza de haitianos del 1937 por el sátrapa Trujillo, todo eso incentivado por las oligarquías de los dos países y por terceros países, como Francia, Canadá y los Estados Unidos de Norteamérica que apuestan a la unificación de la isla, algo que es utópico.

Pero a pesar de todos esos problemas, en barrios, campos y bateyes, dominicanos y haitianos conviven pacíficamente, compartiendo las mismas necesidades, hiendo a las mismas escuelas, los mismos hospitales, los mismos colmados, los mismos bares a tomar para olvidar las penas que origina la pobreza, la marginalidad, las frustraciones de vivir lejos de la patria amada.

La realidad haitiana y dominicana, es una realidad común y estamos atados a un mismo destino, podemos decir que somos siameses, quienes nos dividen son nuestros enemigos comunes y la ONU es enemiga de haitianos y dominicanos y decimos a la ONU y a quienes promueven el odio entre las dos naciones, que ese no es el camino, el camino es crear un ambiente de fraternidad y hermandad entre los dos países, para que cada uno, a partir de su propia realidad trate de entender al otro y así empezar a trillar el camino del entendimiento y la confraternidad.

Haití urge de la comunidad internacional que le devuelva la esperanza, urge de que la solidaridad no se quede en las palabras, sino en acciones concretas y claras, reconstruir las zonas devastadas por el terremoto del 12 de enero es una necesidad urgente, hacia allá es que la ONU debe mirar, ya que el tiempo pasa y la desesperanza crece en los afectados por el terremoto, abandonados a su suerte en los refugios, ya no más cumbre, no más palabras, es el momento de la acción, es el momento de la reconstrucción, es el momento de la esperanza, es el momento de un nuevo amanecer para Haití.

La ONU debes ser imparcial a la hora de emitir juicios y veredictos, y debe estar apegada a la verdad y libre de prejuicios, le recomendamos que vaya a supervisar la frontera de Norteamérica con Méjico, para que vea los abusos que comete Estados Unidos en contra de los mejicanos que cruzan el río Grande buscando el sueño americano o como violan los derechos de lo inmigrantes en las constantes redadas que hacen en su territorio, no hay en la historia de la humanidad un país, más abusador y criminal que los Estados Unidos de Norteamérica, violadores de la soberanía de otros países, Estados Unidos ha sido un promotor permanente de golpes de estados y de asesinatos selectivos de dirigentes políticos y presidentes contrario a sus intereses, dentro y fuera de su territorio y lo más reciente, las violaciones a los derechos de los prisioneros acusados de terrorismo encerrados en la base de Guantánamo, en Cuba, ante todo esto la ONU no dice nada, guarda un silencio cómplice, condena a los débiles y es complaciente con los poderosos, esa es la ONU, un mamotreto al servicio de los países poderosos, para joder a los países pobres.


Es un derecho de toda nación repatriar a sus respectivos países, a las personas que se encuentran ilegales en su territorio, claro garantizándoles sus derechos como seres humanos y es un derecho que asiste a La República Dominicana, la de repatriar de todos los indocumentados que se encuentran en el país, chinos, alemanes, italianos, españoles, y especialmente a los haitianos y no entendemos por que la comunidad internacional se queja cuando esto sucede, pienso como dominicano que soy, que no podemos cargar con la crisis haitiana, quienes la han creado son los que deben hacerse responsables de ella, Haití, en estos momentos cruciales de su historia, necesita de una mayor inversión de la comunidad internacional y especialmente de Canadá, Francia y los Estados Unidos de Norteamérica, para salir de la pobreza y avanzar hacia el desarrollo.

Dominicano y haitianos, somos hermanos, atados a un mismo destino, juntos debemos dirimir nuestras diferencias y avanzar hacia el futuro, un futuro que debe ser promisorio y fraterno.

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